PROTECCIÓN DE LAS CUENCAS

Todos vivimos en una cuenca. Las cuencas son áreas de tierra donde la escorrentía de la lluvia y la nieve desemboca en un lago, arroyo, río o humedal. El agua se traslada constantemente sobre las superficies de la tierra, que incluyen tierras de cultivo, césped y calles urbanas, en su curso hacia una vía fluvial. Cuando llueve, el agua corre por la superficie recogiendo los contaminantes que encuentra en el camino. Pequeñas cantidades de aceite de motor, excrementos de mascotas, pesticidas o basura se multiplican a lo largo del recorrido hasta la vía fluvial más cercana.

Estas cuencas están llenas de vida. Proporcionan un hábitat para peces, aves y vida silvestre. También son una fuente de agua potable para hogares y negocios. No importa dónde vivas, trabajes o juegues, siempre estás en una cuenca.

Lo que todos nosotros le hacemos a la tierra marca la diferencia en la calidad del agua de nuestros ríos y arroyos. Debido a esto, y como nuestro trabajo nos pone en contacto diario con los recursos hídricos y las cuencas locales, dedicamos gran parte de nuestro tiempo y esfuerzo a proteger nuestros recursos hídricos.

A nivel local, trabajamos todos los días para ayudar a proteger nuestros recursos naturales.

Diez pasos simples para proteger tu cuenca

Las decisiones correctas pueden ayudar a proteger estos importantes recursos hídricos. Estas son algunas formas en que puedes ayudar a preservar la fuente de nuestra agua potable y nuestro hábitat de vida silvestre.

1. Planifica el paisajismo alrededor de tu vivienda o negocio con superficies más permeables, que permitan que el agua penetre en el suelo. Intenta limitar el concreto y el asfalto, ya que contribuyen a aumentar los niveles de escorrentía de aguas pluviales. Ayuda a prevenir la erosión del suelo preservando los árboles existentes y plantando nuevos árboles y arbustos.

2. Usa plantas nativas que requieran un mínimo de fertilizantes, herbicidas y riego. No apliques demasiados productos químicos y evita la aplicación inmediatamente antes de que llueva.

3. Mantén la basura, los excrementos de las mascotas y los desechos del jardín fuera de las calles y los drenajes pluviales. Los excrementos de las mascotas contienen bacterias que pueden llegar a las vías fluviales a través de la escorrentía.

4. Selecciona alternativas no tóxicas o menos tóxicas a los productos domésticos comunes, como los limpiadores.

5. Usa los programas de desecho de productos farmacéuticos que ofrecen los departamentos de policía locales u otras agencias que pueden ayudarte a deshacerte de manera segura de los medicamentos que no necesitas.

6. Encuentra la oportunidad para un jardín de lluvia. Los jardines de lluvia usan plantas y pastos nativos para capturar y absorber el agua de lluvia de los tejados y las carreteras. Estos jardines planificados ayudan a simplificar el mantenimiento del césped, controlan la erosión y reducen la escorrentía en arroyos y sistemas de aguas pluviales.

7. ¡Recicla! Visita el sitio de recursos para reciclar del Departamento de Recursos Naturales de Pensilvania.

8. Participa en actividades comunitarias para limpiar las vías fluviales y controlar la calidad del agua.

9. Usa sitios y servicios de colección de desechos peligrosos para la eliminación de desechos domésticos, como productos químicos, pinturas, aceite de motor y baterías. Asegúrate de revisar la lista de artículos aprobados que acepta la agencia de colección.

10. En el trabajo, considera la posibilidad de ser miembro de Wastewise de la EPA, un programa voluntario gratuito a través del cual las organizaciones eliminan los costosos desechos sólidos municipales y seleccionan los desechos industriales, lo que beneficia sus resultados y el medio ambiente.

Powered by Translations.com GlobalLink OneLink Software